Después de la visita del papá de Marco, que vino vestido de jefe indio y tocó las flautas indias, hemos seguido investigando sobre los indios americanos.
En la hora de psicomotricidad, hemos interpretado danzas indias alrededor del fuego sagrado, hemos aprendido a sentarnos en el suelo como los indios, y también a caminar en círculo en fila india.
¡Nos gusta mucho bailar la danza del pisotón!
Luego hemos aprendido otras cosas sobre los indios: danzaban siempre antes de ir a cazar, porque creían que eso les daba suerte y así conseguían muchos animales; danzaban cuando querían que lloviese; y también utilizaban “la danza del Sol” para que los familiares tuviesen buena salud.
Quiero decir también que tenemos suerte. Como nos encanta “el bullicio”, y el suelo del aula de psicomotricidad es de madera, hemos bailado mucho, hemos pisado fuerte y hemos metido mucho jaleo. Además, gritábamos con la mano en la boca. “¡Jajaja!” ¡Ha sido estupendo!
Hemos buscado información en los libros que hemos traído a clase. La seño nos puso unos DVD sobre indios. El que más nos gustó fue "El pequeño Hiawatha". ¿Y cuál fue nuestra nueva sorpresa? Pues que Pablo Aragüete nos trajo el cuento de Hiawatha que tenía su mamá desde que era pequeña.
La mamá de Adriel nos hizo un mural sobre los indios. Lo hemos colgado junto a la puerta que decoramos con una cara muy grande de una india. La seño Tere nos lo explicó. Estuvimos muy atentos. Por eso hemos aprendido que las viviendas de los indios eran los “tipis”, y que las mujeres las construían con piel de bisonte. Ya sabemos que los indios no tenían supermercados para comprar comida, ni siquiera dinero, así que para comer tenían que cazar animales. Esta actividad era muy importante para ellos, y se preparaban realizando una danza y pintándose la cara. También pescaban para alimentarse. Lo hacían con redes y lanzas, utilizando una canoa para adentrarse en los ríos. Las mujeres que se quedaban en el poblado plantaban semillas (de maíz, judías, calabaza…), las cuidaban y las regaban para que crecieran y dieran sus frutos.
Otra actividad muy interesante y divertida ha sido el “taller de plástica”. Hemos decorado una canoa con pinturas de colores. Pero eso no ha sido todo. Como nos gusta mucho la algarabía, y ya conocemos que los indios utilizaban los tambores en sus danzas, la seño nos propuso construir y decorar “¡nuestro propio tambor!”. Nos hizo mucha ilusión, así que nos pusimos manos a la obra. Nos concentramos tanto en esta actividad, que estuvimos muy callados y la seño se puso muy contenta. Y es que este trabajo nos ha encantado.
Cuando acabamos de hacer el tambor, nos pusimos a tocar al ritmo que nos marcaba la seño con el pandero. Fue muy divertido, aunque alguno se empeñó en no seguir el ritmo y tuvimos que parar para que cogiéramos el compás. Al acabar el taller de música, la seño nos dejó tocar libremente. ¡No os podéis imaginar la que se armó! Nos volvimos locos con tanto alboroto.
La seño Marta nos propuso hacer un teatro de sombras chinescas con unas figurillas de cartulina negra que representaban motivos indios. Apagamos todas las luces. Ella iluminaba las marionetas con una linterna e iba diciendo cosas con una voz susurrante. Nosotros estábamos ensimismados.
¡Y por fin, llegó el día de la fiesta india! La seño Marta nos trajo unas tartas decoradas con caras de indios para desayunar. Estaban para chuparse los dedos. Eso no fue todo, ya que, para culminar la celebración, estuvimos danzando y tocando los tambores, armando mucho jaleo, como los indios. Eso es lo que más nos gusta.
Tengo que deciros que con las actividades del proyecto “Los indios americanos” hemos aprendido muchas cosas; pero lo más importante es que, desde el principio hasta el final, todos hemos estado muy ilusionados y motivados con las historias de la vida y las aventuras de los indios americanos. Y, cuando digo todos, me refiero tanto a las seños, como a nosotros. Sí, hemos disfrutado un montón en las clases.
No quiero olvidarme de un encargo de la seño Tere. Me ha pedido que os diga que ella agradece mucho la dedicación y la colaboración de nuestra práctica, la seño Marta. Dice que ahora dejará de estar con nosotros porque tiene que seguir estudiando en la Universidad. Le deseamos mucha suerte. Estamos convencidos que será "una gran maestra". ¡Ah!, también tenemos que dar las gracias a las familias por la colaboración que han prestado.
¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!
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